domingo, 30 de junio de 2024

Hambre. Knut Hamsun (II)

Las imágenes que ilustran esta entrada pertenecen a la versión en cómic de Martin Ernsten editada por Nordica libros.
Las imágenes que ilustran esta entrada pertenecen a la versión en cómic de Martin Ernsten editada por Nordica libros. 

La novela inaugura el siglo XX y la narrativa contemporánea. Lo dice el propio escritor: 

Un libro sobre las delicadas oscilaciones de una vulnerable alma humana, sobre esa extraña vida de la mente, sobre los misterios de los nervios en un cuerpo consumido por el hambre.

Hambre se aleja del realismo a través de subjetividad extrema y describe lo que ocurre en la mente de un personaje extremista, idealista y loco. No obstante, se aleja del Romanticismo porque el narrador no describe, sino que construye la realidad, el universo, desde su perspectiva. Como Picasso o Kandinsky. 

Si Cervantes reinventa la novela como herramienta de indagación a través del choque de perspectivas y la relación dialéctica entre los personajes y el entorno, Hamsun recrea el proceso en el que los sentimientos más profundo de un ser humano generan, como una divinidad un mundo a su imagen y semejanza, de acuerdo a sus necesidades de gozo y castigo.


Algunos ejemplos. Casi al comienzo de la novela ocurre el encuentro con la heroína romántica, un personaje antagonista femenino del que nunca sabemos nada. Ni siquiera su nombre. Simbólicamente, el narrador protagonista la bautiza simbólicamente como 'Ylayali', es decir, la reinventa, le da forma y sentido a su existencia. 

Me detuve y dejé que me adelantara de nuevo; no podía seguir caminando, todo me parecía muy extraño. estaba muy irascible, irritado conmigo mismo por lo que había sucedido con el lápiz y exultante en extremo por toda esa comida con que había obsequiado a mi vacío estómago. De repente, mi pensamiento toma caprichosamente una extraña dirección, se apodera de mí una curiosa inclinación a infundir temor a esa dama, a seguirla e incomodarla de algún modo. La alcanzo de nuevo y la adelanto, me vuelvo de repente y me encuentro con ella cara a cara. me quedo mirando sus ojos azules y en ese mismo instante invento un nombre que jamás había oído, un nombre con un sonido melódico y nervioso: Ylayali. 


Durante todo el texto, la realidad que explica el protagonista refleja un desequilibrio entre su autoconciencia en soledad y su inseguridad en sociedad. Lo vemos cuando describe sus proyectos literarios que le darán renombre y le confirmarán como un genio, sacándole del pozo en el que se encuentra actualmente. Pero especialmente en su encuentro con una prostituta. El protagonista lo narra, siempre desde su perspectiva, pero al leerlo, nos efrece la sensación de que a realidad podría ser algo diferente: 

En Stortingsplass me topé con una muchacha que me miraba fijamente conforme me iba acercando a ella. ¡Buenas noches!, dije. ¡buenas noches!, y se paró. Hum. ¿Cómo andaba sola tan tarde? ¿No era un poco arriesgado para una joven pasear por karl Johan a esas horas? Ah, no? Bueno, pero no la importunaban nunca, quiero decir, no la invitaban a ir con ellos? La muchacha me miró extrañada, escruto mi rostro preguntándose que qué quería decir con eso. De repente me cogió del brazo y dijo: ¡Vámonos!

La seguí. Cuando hubimos dado algunos pasos junto a la estación de coches, me detuve, logré desprenderme de su brazo y dije: Escucha, amiga mía, no tengo ni un øre. Y me dispuse a marcharme. 

Al principio no quiso creerme, pero después de palpar mis bolsillos y no encontrar nada, se enfadó, echó la cabeza hacia atrás y me llamó tonto. Buenas noches!, le dije. ¡Espere un poco!, gritó. ¿Son de oro sus gafas? No. ¡Váyase al infierno, entonces! y fui. 

AL poco rato echó a correr tras mis pasos y volvió a llamarme. Puede venir conmigo aunque no tenga nada, dijo. me sentí humillado por la oferta de una pobre prostituta y dije que no. Además era muy tarde y tenía que acudir a otro sitio y, por otra parte, ella tampoco podía permitirse sacrificios de esa clase. 

Sí, ahora quiero que venga conmigo. Pero yo no quiero ir con usted así. Entonces seguro que va a ver a otra, dijo. No, contesté. ¡Ay!, no había mí ninguna chispa aquellos días, las muchachas se habían vuelto como hombres para mí. La miseria me había dejado seco. Pero tuve la sensación de encontrarme ante una situación lastimosa ante esa prostituta poco común y decidí salvar mi honor. 

¿Cómo se llama usted?, pregunté. ¿María? ¡Ahora escúcheme, María! Y me puse a explicar mi conducta. La muchacha estaba cada vez más asombrada. ¿Había creído acaso que era de esos que recorrían las calles por las noches a la caza y captura de muchachas? ¿De veras pensaba tan mal de mí?¿Le había dicho algo indecoroso? Se comportaba como yo la gente de malas intenciones? Tan solo le había hablado y seguido un par de pasos para ver hasta dónde llegaba. Por cierto, me llamaba Fulano de tal, pastor tal. buenas noches! ¡Vete y no peques más! 


Más información: 

Podcast. Club de lectura

librosarcanos.es

La plaza de Poe

lahierbaroja.com

Versión cómic de Nordica libros.

zendalibros.com

Ni un solo libro 





jueves, 27 de junio de 2024

Ritos de jaima. Liman Boisha

Imagen: La generación de la amistad. Poetas saharauis. 

Poca gente lo sabe: en el Sáhara Occidental todavía se nombran en castellano objetos como 'cuchara', 'chaleco', 'jarro', 'sábana' o 'mesa'. Un recuerdo de la cotidianeidad de otro tiempo, cuando los territorios ocupados por Marruecos constituían la provincia española número 53. 

En los campamentos de Tinduf en Argelia (un refugio para los saharauis abandonados por España en 1976), el castellano supone el recuerdo de una herida conservada por quienes han vivido más de medio siglo en el desierto. Pero una herida que refuerza la identidad cultural de un pueblo más allá de idiomas y fronteras. 

Quizás sorprende el dato, pero entre las jaimas y en las aldeas del desierto se transmiten leyendas, cánticos y arraigo en castellano. Lo dice el poeta sharaui Liman Boisha: pocos pueblos tan generosos, aman la lengua de aquel que un día les traicionó. Existe literatura en castellano en África del norte y la conservan la Generación de la amistad, un grupo de poetas saharauis que escriben castellano: Liman Boisha (1972), Ali Salem Iselmu (1970), Bahia Mahmud Awah (1960), Zahra Hasnaui (1964), Sukeina Aali-Taleb Fernández (1975), entre otros. 

No solo les une idioma, identidad y origen, sino el respeto y el deseo de dignificar su cultura. Aunque la mayoría de la generación vive en diferentes lugares de España, nacieron en el Sáhara Occidental cuando era colonia española, estudiaron en Cuba y regresaron a los campamentos de refugiados en Argelia.

Liman es uno de los poetas más aventajados de su generación y Ritos de jaima una obra de gran belleza que trasmite amor por una cultura nómada bajo el amparo simbólico de la jaima. Un amor que se trasmite a través del conocimiento de los ritos cotidianos. Poemas y explicaciones que permiten entender y por lo tanto valorar la forma de vida en los campamentos que que se basa en la importancia de la comunidad. 


La 'gente del bismilah rahmani rahim'

Es la hora de la oración

y me descalzo.

detrás busco un lugar limpio, 

y sobre la arena me postro,

y con arena purifico mis manos, 

mi rostro, 

mis antebrazos. 

En el nombre de Dios,

me levanto y elevo mis manos

en señal de rendición,

dejo mi mente desnuda

y recito la sura de Al Fat-ha.

De improviso estoy frente a un rebaño, 

invitado al pago de una deuda,

o converso con mi mujer sobre el próximo viaje. 

¡Y qué ojos hacían el té al lado del pozo!

Pero ¿quién me distrae de la oración?

¿Es un yinn?...

Debe ser blis, sheitan, el infame, el provocador, 

que enreda con sus deleites. 

Es él quien fomenta las enfermedades, 

arruina los pastos, 

el que seca los pozos, 

y envía sus oleadas de "gente del bismilah rahmani rahim

con tentaciones y pactos perversos. 

En la plegaria consciente,

en las escrituras y en las plantas, 

están los remedios

para neutralizar sus fechorías. 

¡Qué ojos

hacian el té al lado del pozo!

Pero ¿quién me distrae?...




Más información: 

peonza.es

Generación de a amistad saharaui

literafricas.com

trasdemar.com