sábado, 10 de marzo de 2012

De la Tierra a la Luna. Julio Verne



Locura no es una buena palabra. Sobre todo si se utiliza para neutralizar el entusiasmo. ¡Eso no se puede hacer! ¡Es una locura, oiga! Sólo uno de los personajes de esta novela de Julio Verne plantea la imposibilidad de hacer llegar un proyectil desde la Tierra hasta la Luna con un cañón gigante... y al final este mismo aguafiestas acaba dentro del proyectil orbitando como un satélite del satélite. 

Un buen guiño nos hace Julio Verne desde el pasado en esta irónica novela de ciencia ficción en la que solo se cuentan los preparativos para el lanzamiento de un enorme proyectil disparado por un cañón de 900 pies de longitud. Todo dirigido y preparado por el Gun Club, la asociación de la industria armamentística estadounidense, que a falta de una buena guerra donde desarrollar sus innovaciones, se plantean este imposible reto.


Un buen guiño nos hace Julio Verne, decía, que nos obliga a pensar sobre la tranquilidad con el que algunos abrazan el progreso tecnológico y su promesa de una vida mejor, sin replantearse quién lo desarrolla (en la novela, la industria armamentística, descrita por el autor como un grupo de personas solamente preocupado en mejorar constantemente los proyectiles, los cañones y las pistolas para aumentar su poder mortífero -añade un dato sobre el porcentaje de muertes responsabilidad de cada miembro del Gunclub, ¡Una pandilla de sanguinarios asesinos!-), qué promete (el sueño imposible de llegar a la luna) y qué sucede (adelanto el final: el proyectil con tres terrícolas dentro acaba a la deriva orbitando alrededor del satélite. Podéis empezar a hacer símiles con los avances contemporáneos...

La novela tiene una segunda parte, Alrededor de la Luna, más fantasiosa, menos irónica, más de aventuras y menos interesante. 







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IsolagnosisEdiciones en Huida (2013)

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