sábado, 13 de septiembre de 2014

Sólo la voz permanece. Forrough Farrokhad.



La necesidad de libertad, o más bien su contrario, el sentimiento de sometimiento, es decir, la percepción de posibilidades negadas, es un sentimiento abstracto, como una tonalidad que colorea la vida (la experiencia completa) de un ser humano. Puede comenzar en lo concreto: el hecho de ser mujer en una sociedad patriarcal, pero después se difumina en lo abstracto convirtiéndose en una afrenta constante de el ser humano contra sí mismo.

Esa parece ser la experiencia de la poeta iraní Farrokhad, nacida en Teherán en 1935 y fallecida en accidente de tráfico en 1967. Sus primeros libros destacan por la libertad de tono de una joven poeta que rechaza vivir enclaustrada y, desde una perspectiva feminista, explica al hombre que "quiere ser el grito de su propia existencia".

Quítame esta cadena de los pies,
mi corazón está agitado por una pasión,
ven, hombre egoísta, ven
abre las rejas de esta jaula.
Me hiciste prisionera de por vida,
libérame para mi ultimo soplo:
Soy ese pájaro
que desde hace tiempo sueña el vuelo.

o por ejemplo:

En la travesía fulgurante de instantes fríos
tus ojos salvajes en su silencio
construyen caminos apenas practicables
para ver horizontes en la bruma lunar
para bañar mi cuerpo en el agua de las fuentes
para deslizar en la bruma de una mañana cálida
para coger una falda llena de anémonas rojas
para escuchar el canto del gallo saltar los tejados del pueblo.

Pero a partir del libro Otro nacimiento (1964) y sobre todo en Confiemos en el inicio de la estación fría (publicado postumamente) el plano cambia y, alejada cada vez más del mundo, el conflicto muestra una faceta diferente: su conciencia contra sí misma. El camino de la liberación se convierte en un proceso individual en el que cuanto más te adentras, cuanto más lo analizas, más imposible y confuso parece.

Con estos dos libros Farrokhad revolucionó la tradición literaria iraní y se impuso como una de autoras más importantes y profundas del siglo XX. ¡Ah! Por cierto también fue realizadora de una documental de una gran intensidad poética sobre un enfermo de lepra en Tabriz: La casa es negra.







El viento nos llevará

En mi noche, por desgracia tan breve
el viento tiene cita con las hojas
en mi noche tan breve persiste la inquietud del desastre

Escucha
¿Oyes el soplo de la oscuridad?
Ajena soy a esa felicidad
y me habitúo a mi desesperanza
escucha
¿oyes el soplo de la oscuridad?

Algo pasa esta noche
la luna es roja, ansiosa, colgada de ese tejado
que amenaza todo el tiempo con desplomarse
las nubes como una muchedumbre en duelo
esperan la llegada de la lluvia

Un instante
y después nada
detrás de esta ventana
la noche tiembla
y la tierra cesa de rodar
detrás de esta ventana
un desconocido se inquieta por nosotros

Tú, reverdeciente
pon tus manos, recuerdos ardientes, en mis manos adorosas
y confía tus labios, palpitantes de vida
a las caricias de mis labios amorosos.

El viento nos llevará
el viento nos llevará




Sólo el sonido permanece
¿Por qué debería detenerme? ¿Por qué?
Los pájaros se han ido en busca
de la dirección azul.
El horizonte es vertical, vertical,
una fuente alzándose;
y en los límites de la visión
los planetas brillando tejen
la elevación de la tierra, repitiéndose,
y los respiraderos
se vuelven túneles conectados;
y el día es una inmensidad,
que no abarcan las estrechas mentes
de los gusanos de la prensa.
¿Porqué debería parar?
La carretera atraviesa los capilares vitales,
la calidad del entorno
en el seno del útero lunar
matará las células corruptas.
Y en el espacio químico tras el amanecer
solo hay sonido,
Sonido que atraerá las partículas del tiempo.
¿Por qué debería pararme?
Qué puede ser un pantano.
Qué puede ser un pantano sino un nidal
de insectos corruptos.
Los cuerpos hinchados garabatean reflexiones
de tanatorio,
el afeminado oculta
sus carencias en lo oscuro
y el bicho… ah,
cuando habla el bicho
¿por qué debería callarme?
El esfuerzo de los tipos móviles es vano,
no salvará la reflexión humilde.
Soy descendiente de la arboleda
Respirar aire viciado me deprime.
Un pájaro moribundo me aconsejó
confiar el vuelo a la memoria.
El último grado de la energía es la unión,
lazada al brillante principio del sol
derramando la comprensión de la luz.
Es natural que los molinos se derrumben.
¿Por qué debería pararme?
Aprieto en mi pecho
verdes gavillas de trigo
y las amamanto.
Sonido, sonido, sólo sonido,
El sonido de los deseos limpios
Del agua fluyendo,
El sonido de la luz caída de una estrella
Sobre la vulva de la tierra
El sonido del vínculo del esperma del significado
con la expansión de la mente compartida en el amor.
Sonido, sonido, sonido,
sólo el sonido permanece.
En tierras de enanos
La unidad de medida
anda siempre en la órbita del cero.
¿por qué debería parar?
Obedezco a los cuatro elementos:
y el trabajo de gobernar mi casa
no es asunto
del gobierno local de los cegados
¿Qué me importa el largo gemido
del sexo de los animales?
¿Qué me importa el rastrero caminar de los gusanos
en este vacío carnal?
Los sangrantes ancestros de las flores
Me han confiado su vida.
¿Has oído hablar de los sangrantes
ancestros de las flores?



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