miércoles, 28 de agosto de 2013

Cuentos completos/1. Julio Cortázar.


De Kafka dije una vez que es mi amigo, y de Cortázar digo que es como un profesor del instituto al que admiro (si eso puede existir, un profesor de instituto al que admirar -es broma-) y necesitaba caerle bien. No sé, que viese talento en mi y esas cosas. Como en las películas americanas. Así pensaba mi cabeza de adolescente y así pensaba sobre Cortázar. Lo lógico es, después, revolverse contra los maestros hasta que al tiempo, un día, alguien te lo recuerda y entonces comprendemos todo con perspectiva y el hijo pródigo vuelve a casa y acaba uno admirando a Cortázar más si cabe, con sus triunfos y sus miserias. Completo.

De Cortázar no me gusta hablar con otra gente, quizás porque durante casi diez años leí y releí todo lo que pude encontrar escrito por él (antes de la era Internet) o sobre él. Y durante todo ese tiempo era "lo más importante". Lo que Cortázar decía "era lo que tenía que decirse"" y "cómo tenían que ser las cosas". Supongo que por cómo Cortázar influyó en mi vida y en mi manera de pensar, cuando me hablan de él pienso por defecto: no ha entendido nada. Pero en cambio, cuando alguien se me acerca y me dice "estoy leyendo a Cortázar, los cuentos" (algo que curiosamente pasa a menudo) de primeras me quedo expectante y si mi interlocutor sonríe, comprendo que lo ha entendido. O mejor, que lo está disfrutando. Y me alegro.

Después de esta introducción rara quisiera escribir sobre el primer volumen de los Cuentos Completos de Cortázar editados por Alfaguara. Un buen tocho que recopila cronológicamente la mitad de sus cuentos, es decir, los escritos durante su vida privada, la vida del solitario y un poco acomplejado Cortázar. Joven y viejo al mismo tiempo (extraordinariamente joven por fuera, y sorprendentemente viejo por dentro, pero mucho más joven todavía más dentro). Los cuentos del inadaptado ya no tan joven, que esconde su timidez en libros, libros y más libros (apenas vivía Cortázar en aquella época sino era en la literatura y las ideas) y afortunadamente para todos inmaduro, inmaduro, muy inmaduro. Como se debe ser, porque Cortázar nunca perdió lo que la mayoría de gente pierde cuando oficialmente se consideran adultos.


En fin, los cuentos de Cortázar rozan la perfección (y no lo digo en detrimento de Rayuela, porque precisamente la imperfección es lo que más se acerca a lo verdadero) y suponen, algunos de los textos más importantes de la literatura en castellano. Cortázar hizo sonrojarse a todos los escritores de su generación. No obstante, no me gusta que los llamen fantásticos, a sus cuentos, como podían serlos los de Poe o Guy de Maupassant.

Los cuentos de Cortazar son existenciales y hablan sobre el individuo perdido en un sistema social, económico, político, científico, cultural que no se sostiene, que está mal formulado, que no funciona por mucho que uno lo intente.

Para Cortázar el elemento fantástico, obviamente muy presente en sus cuentos, no es un juego narrativo, sino un símbolo de una brecha en nuestra cultura. Una pequeña hendidura por la que deberíamos meter el dedo, solamente por curiosidad, para ver si así acabábamos por agrandarla y romper la pared del todo (la pared contra la que chocaba Oliveira en Rayuela: "la pared del amor, la pared de la vida cotidiana, la pared de los sistemas filosóficos, la pared de la política").


Lo dice él mismo entre lineas: "la realidad para mí era no solamente lo que me enseñaban la maestra  y mi madre y lo que yo podía verificar tocando y oliendo, sino además continuas interferencias de elementos que no correspondían, en mi sentimiento, a ese tipo de cosas (...) Un desplazamiento que nos coloca frente a una fisura de la realidad, a través de la que percibimos otra realidad, otro orden de cosas, una serie de leyes que no son menos rigurosas de las que rigen en lo que llamamos mundo real (...) una especie de aceptación por adelantado de cualquier cosa que los demás consideraban como inexplicable, como un juego de casualidades o como un juego de coincidencia".

Esta entrada va a ser muy larga y tediosa. 

Decía al principio que de joven pensaba que lo que decía Cortazar era lo que debía ser dicho, pero en realidad lo sigo pensando. Leyendo a Russell, a Heidegger o a Wittgenstein o a otros muchos filósofos, pensadores o científicos que intentaron ir un poco más lejos de donde nos sentimos cómodos, la única conclusión posible es que nuestro sistema (nuestra cultura occidental greco-cristiana), nuestra cosmovisión en general, no funciona. Simplemente no encaja y no va a encajar nunca. Es como si mirásemos el mundo desde un ojo de buey: en un pequeño círculo la imagen se adapta a lo que queremos ver, pero los alrededores se distorsionan y se deforman. Y esa percepción, esta intuición, es lo más importante que Cortazar nos cedió, al menos intelectualmente hablando. Al menos para mí, claro.

Al contrario que en la novela, que para Cortázar (y para Cervantes) era un bendito desorden en el que cabe todo de muchas maneras posibles, "el cuento", dice él mismo "es una esfera, es una cosa que se define rápidamente y cuya perfección está precisamente en su brevedad". Por su perfección, y en esto era un maestro, si su visión del mundo no fuera la que es, sus cuentos seguirían teniendo interés, al menos desde el punto de vista técnico.


Experimentales y juguetones, la forma es parte del mensaje también para Cortázar. Aún así, y esto le acerca a Faulkner y a Shakespeare, también dijo una vez, que  "el cuento es un relato en el que lo que interesa es una cierta tensión" y la tensión es suficiente para ponernos alerta y sobre la tensión en el arte y en la naturaleza podríamos hablar mucho también, o al menos intentarlo, si es que hay palabras para hablar de todo eso. Pero entonces esta entrada sería interminable.

Antes de repasar mis cuentos preferidos de este primer volumen, que incluye los libros La otra orilla (textos de juventud), Bestiario (su primer libro maduro y que hizo que todos giraran la cabeza para saber quien era el autor: un cuarentón que iba a su ritmo, sin ninguna prisa por triunfar), Las armas secretas (uno de sus mejores libros), Final del juego (cuentos perfectos), Historia de cronopios y de famas (pequeños textos en prosa que pueden leerse como poemas) y Todos los fuegos el fuego (un libro con el que el Cortázar interior empieza abrirse al mundo), una pequeña frase de Cortázar sobre sí mismo:

"Mi problema sigue siendo, como debiste sentirlo al leer Rayuela, un problema metafísico, un desgarramiento continuo entre el monstruoso error de ser lo que somos como individuos y como pueblo en este siglo, de un futuro en el que el socialismo da una visión práctica y la poesía una visión espiritual".

Lejana.

Un cuento sobrecogedor. Me gustaría saber que piensa sobre él la autora de Mujeres que corren con los lobos, porque expresa de una forma absolutamente poética todo lo que ella dice sobre "la mujer esqueleto".  En este cuento podemos apreciar la profundidad de la mirada del joven Cortázar y su capacidad para entender los grandes problemas de la insatisfacción y la inadaptación y de la mujer. Otros hablaran de posesiones y fantasmas.

Las babas del diablo.

Un texto sobre la percepción, sobre el modo en el que conocemos nuestro entorno, sobre lo que nos damos cuenta y lo que no, lo que es y lo que puede ser y cómo esto nos afecta determinantemente. Maravilloso y perfecto en todos los sentidos. Y terrible al mismo tiempo. Antonioni hizo una peli con el texto, Blow-up, fundamental para ser un revival sesentero, en el que aparece un extraño escrcitor parecido a Cortazar que solo quiere fumar marihuana y ligar con jovencitas modernas. Una de las mayores alegrías de mi adolescencia fue ver que en esta peli aparecen los Yardbirds, ¡con Jimmy Page ademas!


El perseguidor.

¡Ah! ¡Charlie Parker!, nadie como él.

No hay mucho que decir sobre este texto que no se haya dicho ya o no lo explicase perfectamente el mismo Cortázar. Un Rayuela en pequeñito en el que el protagonista es un ser intuitivo y no un intelectual. Hay quien dice que es el mejor cuento escrito en castellano y yo quiero pensar que lo es. Solo una cosa, una pequeña cosa... pobre e inexperto Cortázar que todavía no había vivido mucho, eso de la marihuana volviendo loca a la gente...



La señorita Cora.

Quizás no sea su mejor cuento, pero es una delicia trágica. Pocas veces la sexualidad y el erotismo sin compeljidades están tan presentes en Cortázar, (en esto se parecía a Kafka, Cortázar) aunque en este cuento el sexo solo perfuma el ambiente. Especialmente bien descrita y enternecedora la timidez del protagonista.

Cada uno tiene sus cuentos preferidos, esta claro.

Lo malo del libro es la introducción de Vargas Llosa...







.....................

Aquí un poco de publicidad si me permitís.

isolagnosis.blogspot.com.es

www.facebook.com/isolagnosis

4 comentarios:

  1. Los blogs literarios escasean, en la gente.
    ya que al parecer en ellos solo encuentran utilidad
    las descargas directas y los discos "modernos"
    Y aqui uno acaba siempre por accidente, por
    de esa abruptes de la casualidad con las que sonries al final.
    Y bueno, disfrute la lectura, y la musica que de eso hay mucho al hablar de Cortázar.
    Solo espero que no caiga en los abismos que conlleva ser "clasico"
    eso de ser conocido pero nunca leido. Ya he visto mucho de eso...

    Muy buen Blog :D

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, aunque desconozco tu nombre. Algunos discos modernos tampoco están mal, jeje a Cortázar le gustaba la música moderna de su época. Bueno, es broma. A Cortázar nunca podrán enterrarlo como a un clásico y desactualizarlo, como decía Marcuse, porque su literatura se resiste y enseña, precisamente, a resistir ese tipo de cosas. A ocurrido algo peor, lo están convirtiendo en un escritor de frases de facebook. Mucha gente dice que ama a Cortázar, pero pocos lo leen de verdad. Tristemente. Aunque yo siempre me alegro mucho cuando alguien me dice que está leyendo a Córtazar o que lo acaba de descubrir.

      Eliminar
  2. Como usted mismo escribe: Lo único malo es el prólogo.

    ResponderEliminar