Pero su obra se caracteriza en realidad por el extraño misticismo que profesaba el poeta y que le permitía rechazar tanto la religión tradicional y como el cientificismo. Su abuelo era rector de la Iglesia Irlandesa, pero su padre era un nacionalista irlandés escéptico y ateo. El biógrafo Richard Ellmann escribe al respecto: Eligió una fe excéntrica en algún lugar entre las creencias ortodoxas de su abuelo y los descreimientos no ortodoxos de su padre. Su obra mezcla de una manera a veces confusa cierta relación sensitiva del mundo y otras un marcado intelectualismo.
Sus mejores libros de poemas los escribe incitado por su joven secretario, Ezra Pound, quien llegaría a ser uno de los poetas más importantes del siglo XX y que le descubre la literatura japonesa. La torre (1928), La escalera de caracol (1933) y Últimos poemas y obras de teatro, que incluye el celebrado «Bizancio», con las que Yeats alcanzó el cénit de su lírica.
Tras conocer a una joven medium, George Hyde-Lees, Yeats se retiró en una torre normanda en Kiltartan Cross y se casó con ella en 1918 quien le incitó a experimentar con la escritura automática.
Y dice la wikipedia:
Su poesía, a pesar de su espíritu innovador, generalmente se caracterizó por su cuidado formal, el simbolismo y ciertos toques que anticipan el surrealismo.
Yeats consiguió liberar a la poesía irlandesa de la esclavitud a los moldes, géneros y temas de la poesía británica; rompió con la tradición de la poesía victoriana adscribiéndose al simbolismo y profundizó en él en busca de los arquetipos junguianos que subyacen en todas las culturas.
Y dice Yeats:
Un hombre vivo es ciego y bebe su propia gota.
¿Qué importa si las zanjas son impuras?
¿Qué importa si otra vez lo vivo todo?
Soporta ese trabajo de crecer;
la ignominia de la adolescencia, las zozobras
del adolescente transformándose en hombre;
el hombre no formado y su dolor
enfrentado a su propia torpeza.
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